jueves, 29 de noviembre de 2012

Educación para el consumismo (reciclaje)


La educación para el consumo es uno de los ejes transversales obligatorios que los centros educativos de nuestro país deben trabajar de forma complementaria en las diferentes áreas curriculares. Fomentar una actitud crítica hacia el consumo, aprender a planificar el uso eficaz del dinero o conocer sus derechos y deberes como consumidores son algunas de las competencias básicas que pueden adquirir los estudiantes en este ámbito.

La educación del consumidor es uno de los objetivos declarados por la Unión Europea para que la evolución del espacio común se desarrolle en un área económica sostenible y próspera. Esta formación es aplicable a todos los ciudadanos, pero en especial a los más jóvenes, las nuevas generaciones, que serán los consumidores del futuro más cercano.
Por este motivo, la educación reglada incorpora ya estos contenidos de forma obligatoria, tal como dictan la Ley Orgánica de Educación (LOE 2006) y los Reales Decretos que establecen las enseñanzas comunes de las distintas etapas. Junto con la educación ambiental, la educación vial o la educación sexual, entre otras, la educación del consumidor se integra en el currículum con carácter transversal, es decir, se debe trabajar como complemento en las actividades de enseñanza y aprendizaje y debe impregnar todas las actuaciones del centro educativo.
Educación del consumidor en la Unión Europea
La educación del consumidor es uno de los objetivos declarados de la Unión Europea . Los estrategas políticos de la Unión Europea están convencidos de que es indispensable aplicar medidas de educación del consumidor bien estructuradas tanto a nivel nacional como a través de redes internacionales. Ello queda bien reflejado en varios números de documentos centrales (Agenda 21, Informe Brundtland, Carta de Derechos Básicos 2000...)
Los objetivos de la UE establecen que la UE tiene que desarrollarse en un área económica sostenible y próspera. No obstante, esto sólo se puede conseguir si la calidad y las bases de la vida de los ciudadanos europeos, que dependen del consumo, no se destruyen debido a una excesiva demanda de consumo al mismo tiempo.
Todos los estados miembros de la UE están interesados en garantizar una educación básica adecuada en temas relacionados con el consumo par todos sus ciudadanos, y ello, por razones sociopolíticas y económicas. Es la base de un equilibrio justo entre proveedor y cliente en los aspectos de la información al consumidor. Los ciudadanos serán más conscientes de su papel como actores en el sistema económico y desarrollarán las competencias adecuadas para poder evitar o al menos reducir las desventajas de los consumidores derivadas de una falta de conocimientos.
Educación del consumidor en artículos/literatura científica
El término consumo describe el uso de bienes y servicios para la inmediata satisfacción de necesidades, el término uso, utilización hace referencia a "agotar" y usar los bienes. "Consumir" también incluye el acto individual del consumo.
La Educación del consumidor nunca ha sido polémica como componente de la educación económica general. La actual educación del consumidor es un nuevo concepto: permite la autordeterminación individual y permite asumir la responsabilidad social.
La Educación del consumidor es necesaria para sobrevivir en la sociedad de consumo y está directamente relacionada con las habilidades necesarias para dirigir la vida cotidiana.
Muchas personas no sólo no son conscientes de su propio comportamiento de consumo, sino que tampoco saben como y en qué medida pueden influir en la economía, el medio ambiente y la sociedad a través de su comportamiento de consumo. Han dejado de ser capaces de participar activamente en el mercado.
Algunas definiciones de Educación del consumidor:
La Educación del consumidor son medidas para informar al consumidor, que es visto como necesitado de protección, sobre el funcionamiento de la economía de mercado, los productos y servicios, las razones del comportamiento de consumo, las fuentes de información, el comportamiento que coincide con sus intereses, y formar en los comportamientos básicos necesarios para respetar los intereses de consumo individuales y/o colectivos.
La Educación del consumidor hace referencia a las habilidades, actitudes y conocimientos requeridos para vivir en una sociedad de consumo.
Por Educación del consumidor entendemos todas las medidas tomadas que sirven como información sobre los contenidos relevantes para el consumidor y la formación en los roles del consumidor.
Con Educación del consumidor queremos decir aquellas medidas educativas que transmiten conocimientos relevantes para el consumidor a través de temas planificados sistemáticamente en una instrucción principalmente orientada a la acción, en la que se adquieren habilidades básicas y se valoran actitudes y valores. Si se considera necesario, se inician cambios en el comportamiento hacia un estilo de vida sostenible.
La Educación del consumidor no se debe imponer a los consumidores, no hay que expresar prohibiciones y órdenes. No se debe entender como un incentivo para comprar más, ni tampoco como una ayuda para decidir qué producto comprar; ¡la Educación del consumidor no es una guía para dejar de comprar!
La Educación del consumidor es un componente fundamental de la educación general, que debe ayudar a los consumidores en su intento de organizar su vida diaria de una forma sostenible y utilizar de forma responsable los recursos disponibles.
Para la Educación del consumidor ello significa que:
·         1. los consumidores individuales deben tener conocimientos sobre los bienes y servicios de consumo,
·         2. los consumidores deben tener una idea básica sobre los valores relativos al consumo y la medición de valor, y
·         3. los consumidores tienen que ser consciente de la función social del consumo, y tener conocimientos básicos del rol dependiente del consumidor y las conexiones sociales entre la economía y el consumo.
No obstante, los aspectos mencionados más arriba no son suficientes. La conciencia de los propios valores, la reflexión sobre el propio comportamiento de consumo y los conocimientos obtenidos deben dar lugar a cambios en el comportamiento de consumo.

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