jueves, 29 de noviembre de 2012

Consumismo, salud y sustentabilidad


CONSUMISMO
Las consecuencias sociales y ambientales del consumismo están a la vista de quien las quiera ver. Crecientes desigualdades sociales, sobreexplotación de la naturaleza y generación insostenible de residuos. Desde nuestro lugar, tenemos la obligación ética y moral de convertirnos en consumidores responsables y fomentar un consumo responsable.
El modelo industrial-consumista ha conducido a que las economías de los países mas pobres dediquen gran parte de sus recursos, humanos y naturales, a la satisfacción del enorme consumo de las sociedades más industrializadas, incluso dejando de satisfacer las necesidades fundamentales de sus propias poblaciones.
La sociedad de consumo es a todas luces ambientalmente insostenible, ya ni siquiera puede sostenerse sobre la desigualdad entre norte y sur, que hizo duramente muchos años las veces de compensadora de la presión sobre los recursos naturales que ejerce el consumo excesivo de los países mas ricos. Este consumo implica un aumento constante de la extracción de recursos naturales, que se están agotando, y del consiguiente vertido de residuos que ha colmado ya hace años la capacidad de absorción del planeta.
      

SALUD
El estilo de vida, o sea el tipo de hábitos y costumbres que posee una persona, puede ser beneficioso para la salud, pero también puede llegar a dañarla o a influir de modo negativo sobre ella. Por ejemplo, un individuo que mantiene una alimentación equilibrada y que realiza actividades físicas en forma cotidiana tiene mayores probabilidades de gozar de buena salud. Por el contrario, una persona que come y bebe en exceso, que descansa mal y que fuma, corre serios riesgos de sufrir enfermedades evitables.

El agua contaminada es responsable de muchas enfermedades. En esta se encuentran bacterias que enferman a los seres que la utilizan. Entre estas enfermedades se encuentran la amebiasis, disentería bacilar, enteritis campilobacteriana, giardiasis, fiebre tifoidea, salmonelosis, filariasis, leptospirosis, tularemia, tracoma, esquistosomiasis y malaria. Muchas de estas enfermedades causan daños a los intestinos, la piel y los ojos.
La contaminación ha alcanzado un gran nivel en muchos países del mundo. La contaminación puede ser de cualquier tipo. En este trabajo, hemos mencionado la contaminación del agua, del aire, por ruido y del suelo.
Todas estas clases de contaminación afecta diferentes órganos de nuestro cuerpo. Al parecer, cada contaminación afecta un sistema, del cuerpo humano, diferente. Si no evitamos o al menos reducimos la contaminación en nuestro planeta, muchas personas morirán a causa de problemas en sus órganos como ya está sucediendo actualmente.
Debemos hacer algo para que las futuras generaciones puedan tener una vida sana sin contaminación que dañe los órganos de sus cuerpos.


SUSTENTABILIDAD
La Sustentabilidad es un proceso - no un estado - que hace referencia a una forma de desarrollo en la que se busca el bienestar humano sin dañar el equilibrio del ambiente y sus recursos naturales, ya que estos, son la base de todas las formas de vida.
Bajo un modelo de Desarrollo Sustentable, las actividades humanas impactan el ambiente y emplean los recursos naturales de manera tal que no se sobrepase la capacidad de la naturaleza de absorber los contaminantes que se emiten y de regenerarse a sí misma. Los problemas internacionales, regionales y nacionales se solucionan localmente. Es un desarrollo con una visión integral, en el que intervienen tres elementos de igual importancia entre sí, que son: Ambiente, Economía y Sociedad.
La relación que tienen los tres elementos es de carácter dinámico. Se debe recordar que la Sociedad depende de la Economía y la Economía depende del Ambiente. Por lo tanto, si contamos con un Ambiente sano y pleno de recursos naturales puede existir una Economía viable y con ella, una Sociedad justa.

 El concepto de sustentabilidad promueve una nueva alianza naturaleza-cultura fundando una nueva economía, reorientando los potenciales de la ciencia y la tecnología, y construyendo una nueva cultura política fundada en una ética de la sustentabilidad –en valores, creencias, sentimientos y saberes– que renuevan los sentidos existenciales, los mundos de vida y las formas de habitar el planeta Tierra.
La aparición y difusión del término desarrollo sostenible o sustentable ha acompañado al proceso de concientización ambiental de la sociedad global. 
Inicialmente este concepto se relacionaba –aún con contradicciones-, con el crecimiento económico, pues no se consideraba en profundidad los objetivos de mantenimiento de las bases naturales del ambiente y los procesos de deterioro de los recursos naturales en las distintas escalas geográficas.
Recién hacia finales de los años sesenta y principios de los setenta que la crisis ambiental planetaria comienza a tener consideración en los foros mundiales tanto gubernamentales como no gubernamentales.
El debate medio ambiente – desarrollo, suscitado en esos momentos-, reveló que los problemas ambientales se manifiestan de manera distinta según se trate de países desarrollados o de países en desarrollo. A grandes rasgos es posible señalar que los primeros sobre utilizan los recursos naturales, mientras los segundos los subutilizan; si bien en la actual era de la globalización, además, los países desarrollados sobre utilizan los recursos del resto de los países a través de la apertura del comercio internacional y el deterioro de los términos de intercambio y el peso impuesto por las deudas externas. En definitiva, los países desarrollados han sido los focos originarios de los problemas ambientales que se “exportaron” a las áreas de concentración urbano-industrial de los países en desarrollo.

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